Cuenca enfrenta nuevos peligros de deslaves

 

 El lamentable incidente que se muestra en el presente video ocurrió este 25 de octubre en la zona de Balzay Alto (cortesía del GAD de Sinincay). Las imágenes muestran como las lluvias y la deforestación son una combinación extremadamente peligrosa. Los terrenos que han sido deforestados, acorde a lo que se me ha informado, son terrenos que formarán parte de una lotización con fines de vivienda. La pendiente de los suelos en el sitio es bastante pronunciada (como en una gran parte del área alrededor de Cuenca) y la estabilidad de los suelos es bastante baja. Son suelos fácilmente erosionables y de por sí, se encuentran fuertemente debilitados por efecto de una pronunciada exposición a la siembra de eucaliptos.

Al cortar los árboles que cubrían el terreno, el suelo quedó expuesto y rápidamente se debilitó, “craquelándose” poco a poco. De esta manera, se formó una capa muy débil que quedó expuesta. Como he mencionado en muchas ocasiones a través de distintos medios de comunicación, los modelamientos climáticos señalan que las lluvias se incrementarán en el sur del Ecuador hasta en un 10% tanto en intensidad y frecuencia hasta mediados de siglo (1). Esto es algo que ya estamos viviendo y que pronto podremos mostrar en cifras gracias a los estudios que se están realizando en varias organizaciones como CONDESAN y la red GLORIA.

Este es el tipo de acciones que claramente debe evitar el nuevo PDOT y el PUGS. Es inescrupuloso e incluso muy poco ético, el comercializar terrenos que han sido debilitados y expuestos a estas situaciones. Construir viviendas en suelos debilitados expone a sus potenciales dueños a deslizamientos de tierras que incluso podrían poner en riesgo sus propias vidas. Hace muy poco vivimos esa situación en Sayausí, justamente debido a que se debilitaron los suelos montaña arriba y el agua bajó con gran potencia, llevándose todo el suelo débil a su paso. En ese entonces, cuatro personas murieron atrapadas por las rocas y la tierra, decenas de familias fueron evacuadas y cuatro casas fueron perjudicadas. Dos meses después, las lluvias no cesaban y se dio otro deslave en la misma zona. Esta vez un movimiento de masas de 3.000 metros cúbicos ocurrió en el barrio Marianza. En esos días una de las víctimas, Zoila Fárez, declaró que “cada vez que llueve nos desesperamos porque las aguas son de todos los días y tenemos miedo de que se baje de nuevo, como fue anoche”.

Ahora vemos como nuevamente, debido a la falta de control municipal sobre este tipo de atentados al medio ambiente, se comienza a formar un potencial desastre. El lodo, que no es más que el suelo que fue debilitado y es lavado por las precipitaciones, comienza a bajar a gran velocidad afectando a los habitantes aguas abajo. Si el agua llega bloquearse y se acumula en quebradas o terrenos con obras, la fuerza con la cual bajará la próxima vez el agua, será aún mayor y es entonces cuando un desastre de mayor magnitud puede ocurrir. Los estudios sobre la susceptibilidad de los suelos de Cuenca a movimientos de masas señalan que “cerca del 43.3% del área total de márgenes de protección del sistema de afluentes se encuentra en zonas de alta susceptibilidad a movimiento de masas” (2). Sabemos que se incrementarán las lluvias gradualmente y sabemos que casi la mitad de los suelos de Cuenca están en zonas de peligro. Es ahora cuando deben responder las autoridades, especialmente el municipio de Cuenca, la Comisión de Gestión Ambiental y el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.

(1) Cuesta, F., Bustamante, M., Becerra, M.T., Postigo, J., Peralvo, J. (Eds.) 2012. Panorama andino de cambio climático: Vulnerabilidad y adaptación en los Andes Tropicales. CONDESAN, SGCAN, Lima.

(2) Consultoría: “Diseño de un plan piloto de gestión para la quebrada Shishín de la parroquia Baños, Cuenca”, PRODUCTO 1: Documento descriptivo de la situación y principales problemas de las quebradas en Cuenca. Tello, et. al. Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH.